“No me juzgues por mis éxitos, júzgame por las veces que me caí y volví a levantarme”
-Nelson Mandela-
Verónica Castro llevaba 4 años estudiando y trabajando en el medio del espectáculo cuando fue seleccionada por el periódico El Heraldo como "el rostro" de 1970. Este 2016 "La Vero" cumple 50 años de trayectoria, que se dicen fácil, pero que hablan de la impresionante carrera de una mujer que llegó a convertirse en una de las más grandes estrellas que ha dado la televisión en México, sino es que la más grande.
En 50 años Verónica ha trabajado en 19 telenovelas, 20 películas 15 obras de teatro, ha grabado 25 discos, ha hecho innumerables programas de televisión y ha recibido 10 mil premios y reconocimientos entre los que sobresalen: Un Emmy Honorífico que entrega la televisión en Estados Unidos, Antorchas de plata, Palmas de Oro, Tv y Novelas, fue designada visitante ilustre de Moscú, recibió el Telegatto en Italia, tiene su Estrella en el Paseo de la Fama de Las Vegas y muchos, pero muchos más.
Cuando comenzó su carrera "La Chapis" la tuvo difícil porque en aquellos tiempos la belleza no era sinónimo de talento. De ahí que tuviera que pasar muchos años haciendo antesala en los pasillos de Televisa. Mientras llegaba su gran oportunidad, Verónica se preparó en todas las ramas artísticas habidas y por haber. De hecho fue el tabasqueño, Pedro Luis Bartilotti quien le otorgó una beca para estudiar actuación en la prestigiada Academia "Andrés Soler", como regalo de XV años.
Desde aquellos tiempos la futura estrella estudió locución, actuación, canto, baile e hizo una carrera universitaria como Licenciada en Relaciones Internacionales. Y es que fue trabajando en ese momento con Manuel "Loco" Valdés, que Verónica se embarazó del comediante y así fue como nació su hijo Cristian, era diciembre de 1974. En los 70 lo mismo hacía películas con José José, Valentín Trujillo y Juan Gabriel, que fotonovelas con Carlos Piñar y programas con León Michel, Chabelo, Pedro Vargas y Armando Manzanero.
En esos tiempos ya hacía sus primeras actuaciones en las telenovelas como "Yo no creo en los hombres", "El amor tiene cara de mujer" y "Barata de Primavera", de donde cuenta la leyenda que Emilio Azcárraga la mandó sacar porque a su parecer "ya estaba muy vista". Y es que por necesidad la artista participaba en cuanto programa y comerciales podía.
Después de años de esfuerzo, el éxito le sonrió cuando hizo la obra "Coqueluche" con el galán de aquella época Carlos Piñar, con quien después repetiría mancuerna y éxito con la puesta en escena "24 horas contigo". El papel de peladita en "Coqueluche" sería para Rocío Banquells, sin embargo, el carisma de la chaparrita conquistó a propios y extraños. Fue en esos tiempos que don Valentín Pimstein buscaba a la protagonista de su próxima telenovela y después de "Coqueluche" no tuvo dudas, Verónica Castro sería la heroína de "Los ricos también lloran". Telenovela que del horario vespertino, pasaría al horario estelar del Canal 2 y posteriormente, a tener una segunda parte debido al éxito rotundo que alcanzó en México y el extranjero.
Algo que pocos saben o recuerdan es que Valentín Pimstein estuvo a punto de sacar a Verónica de la segunda parte de "Los ricos también lloran" para impulsar el personaje que interpretaba Christian Bach en dicho melodrama, ¿los motivos? los supuestos retardos de Verónica en las grabaciones. Finalmente, Pimstein se retractó de la "descabellada" idea porque debió pensar que la telenovela se le vendría abajo sin su estrella principal.
"Los ricos también lloran" le abrió las puertas al mercado de las telenovelas en el mundo y su protagonista, se convertiría en la reina indiscutible de los melodramas caseros mexicanos y allende las fronteras. Su segunda gran oportunidad como protagonista de telenovelas se dio de la mano de don Ernesto Alonso en "El derecho de nacer", que significaría otro gran éxito en su trayectoria. Poco antes nace su segundo hijo Michel, fruto de su relación con Enrique Niembro. Verónica Castro se hizo popular en América, Asia y Europa. Todo lo que tocaba lo convertía en oro y es que a pesar de sus limitaciones histriónicas, su pequeña voz al cantar y baja estatura, lo cierto es que su carisma y belleza, no tenían comparación.
Vero haría cuatro telenovelas en Argentina, tiempo después actuaría en el primer melodrama casero que se produjo en Italia "Felicidad ¿dónde estás?". En medio de especulaciones y rumores, la estrella fue vetada por primera vez por la empresa que la vio nacer como artista, así que su estancia en Argentina se prolongó por varios años más. Posteriormente, regresaría a México donde su público la aclamaría tanto, como en algún momento lo haría con Pedro Infante en la época de oro del cine mexicano.
A la par de su carrera en las telenovelas, grababa discos, hacía presentaciones personales, películas y conducía programas con inusitada frescura y éxito como Noche a Noche, Esta noche se improvisa y después vendrían sus emblemáticas emisiones: Mala noche no, La Movida, Aquí está y La Tocada, entre otros. En 1987 y con 35 años de edad, Verónica rompió records de audiencia con Rosa Salvaje, telenovela que alcanzó los 70 puntos de rating. El personaje de "peladita" que descubriría en "Coqueluche" y que le iría como anillo al dedo, sería su sello distintivo.
Dicen, los que saben, que la actriz logró alcanzar un salario de millón de dólares al año, brindado por "El Tigre" Azcárraga a su estrella más exitosa. Así que, lo dicho por La Gaviota respecto a su salario como máxima figura y a La Casa Blanca de las Lomas, no es más que puro cuento.
En el pináculo de la fama, Verónica se lanzó también como productora de sus propias emisiones. "Mi pequeña Soledad" fue la primera producción que tuvo a su cargo y con la cual le siguió sonriendo el éxito al interpretar dos personajes en la trama: madre e hija. La primera rica y poderosa, la segunda pobre pero honrada.
Poco después la debacle comenzó..., al intentar alejarse de la "mugrosita" que tanto éxito le diera en el pasado. "Valentina" significaría su primer gran tropiezo en su exitosísima carrera. La telenovela tuvo que cambiar su historia en el capítulo 30 y después de matar a la protagonista rica y preparada, Verónica tuvo que recurrir a la clásica hermana gemela pero pobre, simpática y popular. Con ello quedaba claro que su público sólo quería ver a Rosa Salvaje, ni más ni menos.
Ya con más de 40 años de edad, la artista decide someterse a una cirugía plástica que le cambiaría su emblemático y bello rostro, el cual, jamás volvería a ser el mismo.
El segundo gran fracaso llegó con "Pueblo chico infierno grande". A pesar del gran elenco y de tratarse de una telenovela de época bien producida, ello no impidió que la audiencia no favoreciera a su otrora estrella favorita. De nuevo el público protestó y se negó a ver a Verónica como una mujer madura y enamorada de un galán más joven (Juan Soler). A Pesar de la controversia, el final de esta historia fue de antología: el joven amante muere en los brazos de doña Leonarda Ruan (Verónica Castro). Es quizá este el mejor personaje que Castro interpretó en telenovelas, el más maduro, intenso y profundo.
Cabe señalar que el personaje de villana, a quien llamaban "La Beltraneja" que interpretaría magistralmente Alma Delfina, estuvo a punto de quedar en manos de Lucía Méndez, la eterna rival de Castro.
Alguna vez la propia Verónica me contaría que ella misma le dio a escoger el personaje a Lucía, ya fuera de heroína o villana en "Pueblo chico infierno grande", segura de que el morbo por verlas juntas en una telenovela garantizaría el éxito, pero que "La Méndez" utilizó la oferta de Castro para presionar a los ejecutivos de TV Azteca, quienes así se convencieron de contratarla y realizar telenovelas con ella en esa empresa. A partir de entonces, el pleito entre ambas Divas, se volvió realidad.
Cabe aclarar que, a pesar de que estos melodramas no tuvieron el éxito que se esperaba en México, en otros países fueron un cañonazo por el simple hecho de llevar entre sus filas a Verónica Castro. Fue a partir de entonces que Verónica se retiró de la pantalla chica y sólo hizo una aparición especial en "Código Postal" y otra en "Los exitosos Pérez", lo que significaría su última actuación en telenovela. La polémica la volvió a acompañar porque al parecer la Diva dejó dicha telenovela por ya no convenir a sus intereses económicos. Corrió el rumor de que La Vero se fue porque Televisa no le dio el aumento que pidió.
En la década del 2000 regresaría a las pantallas caseras en varias emisiones de Big Brother, el Teletón y programas especiales como "Pedro Infante vive" y "Mentiras y verdades" para conmemorar los 50 años de las telenovelas. Es en dicha emisión donde se reveló que Vero estaba contemplada para estelarizar "María Mercedes", papel que finalmente, fue a caer en manos de Thalía, quien a la postre trataría de emular a la icónica figura mundial. La realidad es que ya Verónica estaba mayor para esos papeles de "naquita" y supongo que la empresa quiso relevarla con la Sra. de Mottola. Asimismo, Verónica participó en un capítulo de "Mujeres asesinas" donde interpretó a Emma, una costurera vieja y fea, que significó uno de sus más grandes retos actorales, por alejarse por completo de la interpretación de si misma.
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En esta serie, Verónica Castro dejó en claro que, bien dirigida, puede interpretar personajes complejos, sórdidos, reales, que se alejen por completo de los estereotipos de la bonita, peladita, simpática y noble que tanto éxito le dieron en televisión. Emma, costurera, es una mujer dolida, sufrida, desesperanzada y maltratada, que le dio a Castro el salto a primera actriz que tanta falta le hacía a su triunfal carrera. Para mi, es la mejor actuación de su vida.
En teatro realizó "La mujer del año" y "Coqueluche", una vez más, pero ya sin aquel éxito que le cambiaría la vida. Hoy está por regresar a los escenarios con "Aplauso", donde seguro dará mucho de que hablar. Antes estuvo a nada de interpretar a la tía "Mame", sin embargo, dicen las malas lenguas, que fue una orden directa desde Los Pinos, lo que evitó su regreso a la escena.
Y es que Verónica Castro no se quedó callada cuando se dio a conocer la anulación del matrimonio de su hermano José Alberto con La Gaviota, para que ésta se pudiera casar con el "futuro" Presidente. Ello, cuentan, le significó otro veto de la empresa a la que tanto éxito y dinero le dio a ganar. Recordemos que la televisora apostó todo por el telecandidato y hasta "mujer famosa" le brindó con tal de llevarlo a "La grande".
Como quiera que sea a las estrellas como Verónica Castro las persigue la controversia. Especulaciones sobre sus cirugías plásticas, regreso a la televisión, vetos, sueldos estratosféricos y hasta "chismes" sobre su orientación sexual y pleitos familiares, siempre están y estarán a la orden del día, porque Verónica Castro ya pasó a la historia, con todo y lo injusta e ingrata que es la televisión, la fama y el espectáculo, ella ya escribió su nombre con letras de oro, por siempre y para siempre.