miércoles, 15 de junio de 2016

RENOVARSE O MORIR: El futuro incierto de la TV mexicana.


"Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo.... del miedo al cambio".

-OCTAVIO PAZ-

Sin lugar a dudas, la televisión abierta o comercial de México, pasa por una de sus etapas más problemáticas en todos los años que lleva de existencia. Internet vino a cambiar a los medios en general y a la televisión en particular. Internet le dio otro giro a la manera de hacer comunicación, entretenimiento e información y a la forma de acceder a todo ello por parte de los seres humanos.

“La red está transformando todos los sectores de nuestra economía, el entretenimiento, la comunicación, el aprendizaje en línea, la telemedicina, el acceso al gobierno,” dijo el fundador de Netflix, Reed Hastings.


EXCELENCIA
Según Jorge Zepeda Patterson, la televisión comercial ha visto caer sus índices de audiencia hasta en 18%. En gran medida se debe al éxodo del público a contenidos en linea vía streaming, redes sociales y televisión de paga, que han arrebatado a la pantalla chica, no sólo al público sino también a los anunciantes, quienes ven en internet y otras plataformas, nuevas posibilidades de promoción para sus productos y servicios.

De acuerdo con la revista EXPANSIÓN, Televisa vio disminuir sus ventas por publicidad en 11% a finales de 2015, mientras que TV Azteca en 4.73% en el mismo periodo. Sin embargo, la empresa de Ricardo Salinas Pliego vivió su peor caída de anunciantes en el segundo trimestre de 2015 con casi 17%.

Aunque la publicidad está presentando disminuciones en tele abierta, especialmente, “eso no quiere decir que vaya a desaparecer de la televisión abierta y de paga", afirmó Gonzálo Rojón, director de Análisis de The Competitive Intelligence Unit.

DEBACLE
Según un estudio realizado en la Cámara de Diputados titulado "Hábitos de los usuarios de internet en México 2015", el número de internautas en el país creció 5.3%, con lo cual el porcentaje de la población que accede a la red pasó de 51.2 millones a 53.9 millones de personas. Según el mismo estudio, como fuente confiable de información, internet tiene mayo credibilidad que la televisión, la radio y los periódicos.

Pero de acuerdo con el INEGI, el número de usuarios de Internet en México se elevó a 62.4 millones en 2015, que representan el 57.4 % de la población. Todo ello explica, en gran medida, la baja en los "ratings" y anunciantes de la televisión abierta.

De hecho, las grandes cadenas en México ya anunciaron cambios en sus noticiarios y barras de programación, dado que nada en la televisión ha escapado a esta debacle. Fue con bombo y platillo que Televisa anunció que efectuaría la transformación de sus espacios de noticias, donde el cambio más importante es la salida de Joaquín López Dóriga y el relevo de Denise Maerker del principal espacio de noticias de la pantalla chica.

RETO
Yo estoy convencido de que la falta de credibilidad en los noticiarios también se debe al apoyo incondicional que se le dio al candidato y posterior Presidente EPN, quien ha visto caer su popularidad a los niveles más bajos de toda la historia (Sólo 30% de aprobación según el diario Reforma). El desprestigio de Enrique Peña Nieto y su pésima administración, también alcanzó a los canales abiertos. Y es que por ser o parecer voceros gubernamentales, los mexicanos también le pasaron la factura a los medios electrónicos, en particular a la TV.

Ya hay quienes ven la desaparición de la televisión en un futuro no lejano. "La era de la televisión abierta durará quizá de 1930 hasta 2030, el video por Internet continuará expandiéndose y terminará por absorberla", puntualizó Hastings. Sin embargo, otros consideran que sólo se trata de una transformación como Jenaro Villamil, experto en medios de la revista PROCESO. "La tele no ha muerto, para nada, tal vez murió un modelo de televisión que es la analógica", afirmó el periodista.

DESPLOME
"Las redes sociales son una maravilla, pero son eso redes sociales. La televisión es otra cosa, y por cierto, está pasando por uno de sus momentos de máximo esplendor a nivel mundial", destacó en MILENIO el experto en medios más reconocido de México, Álvaro Cueva, y remató: "La televisión mexicana, si bien sigue siendo una mina de oro, está estancada en términos de percepción porque casi nadie está haciendo lo que tiene que hacer".

La realidad es que la baja en sus niveles de audiencia también se debe a la falta de calidad en los contenidos de la televisión comercial. Y es que esa televisión realizada de manera tan "chafa", banal, superficial y hasta estúpida y "pendeja", ya no pega, ya no gusta al público, por lo menos ya no a todos, como antes. 

CALIDAD
El hecho de que la población tenga mayor acceso a una televisión distinta y en muchos sentidos mejor, como la de paga o vía streaming, le da al público la oportunidad de comparar y de elegir mejores producciones. Yo si creo que esa televisión estridente, sobreactuada, escandalosa y sin los más mínimos estandares de calidad y mucho menos artísticos, tendrá forzosamente que cambiar. La televisión tendrá que apostar por la calidad, lo quiera o no.

Adiós a las telenovelas malas y que subestiman la inteligencia del mexicano como Un camino hacia el Destino y muchas otras, con escenografías de cartón-piedra y pésimos actores, programas como Sabadazo y La Señorita Laura verán su fin por siempre y para siempre, lo mismo que el exceso de aplausos, alcahuetería y alabanzas para el gobernante en turno en los programas de noticias. La televisión abierta tendrá que dejar de manipular de manera excesiva la realidad que vive México, lo quiera o no, le guste o no.


EL TIGRE
Esa televisión para "jodidos" que hacía El Tigre Azcárraga, donde sus integrantes eran "soldados" del partido en el poder, forozosamente se transformará porque ya no tiene cabida en estos tiempos. Para nadie es un secreto que la televisión abierta ayudó al sistema a forjar a un México pusilánime, agachado, sometido, tonto y "apendejado". Al poder y los poderosos no les conviene un país más letrado, analítico, despierto. Pero ni modo, el destino nos alcanzó ¡Afortunadamente!.


ADIÓS

Si la televisión quiere retener a su audiencia o recuperar adeptos, tendrá que invertir y apostar por contenidos de mayor calidad, como antes, como en el pasado, como en su época de esplendor donde las verdaderas figuras del espectáculo y el periodismo eran las que tenían mayor cabida y mejores espacios en producciones más cuidadas como las telenovelas que hacían Ernesto Alonso y Valentín Pimstein, y no como lo que sucedió con el paso del tiempo, donde Laura Bozzo, Latin Lover y una tal Paulina Goto se convirtieron en sus máximas estrellas.

La televisión misma acabó con las grandes estrellas porque las acotó, las sacó de la pantalla y apostó por personajes de dudosa calidad, reputación y talento. Todo por considerar que el público prefería productos y personajes desechables. La televisión misma acostumbró a su audiencia a la baja calidad, al nulo talento, a lo "peor". La buena noticia es que, dado los hechos, el público se cansó y hoy está exigiendo cosas mejores.

CRISIS
De ahí que las grandes estrellas de Hollywood sean cotidianas en las series y películas vía streaming y televisión de paga, de ahí que las producciones realizadas especialmente para Netflix sean un éxito, de ahí que la gran mayoría en la televisión gringa o británica, que nos guste o no, son de las mejores del mundo, le estén apostando a su televisión abierta y de paga, pero también a los contenidos en línea, a la calidad, a la excelencia. ¿Qué irá a pasar en México?. Tiempo al tiempo.


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