El VIDEOESCÁNDALO: La guerra sucia.

"Es bueno para el corazón ser ingenuo y para la mente no serlo" 

-ANATOLE FLANCE-

El video donde aparece Eva Cadena,ex candidata de Morena a la alcaldía de las Choapas, Veracruz, donde recibe 500 mil pesos para, presuntamente, dárselos a Andrés Manuel López Obrador, lleva toda la intención de denostar al tabasqueño. Es obvio, evidente, lógico. La andanada en contra del líder de Morena comenzó y todo parece indicar que no se detendrá de aquí y hasta el 2018.

La edición del video, su producción y distribución no deja lugar a dudas: López Obrador es el enemigo a vencer a como ya lo fue en 2006 y 2012. Cualquiera en su sano juicio no podría dejar de considerarlo de esta manera, AMLO encabeza las encuestas y si no se le detiene, como en el pasado, todo indicaría que, ahora si, podría ocupar la silla presidencial el año que entra.

"Fui ingenua en el actuar", asegura Eva Cadena, pero yo agregaría que más que ingenua, fue "pendeja". Sólo a alguien poco inteligente se le pudo ocurrir hacer lo que ella hizo, pero su torpeza no la exime de culpa. La ex panista es una corrupta y no bastó haber recibido la bendición morenista para limpiarla de su pasado blanquiazul. Esto muestra y demuestra que no basta con la solvencia moral de Andrés Manuel y que tanto presume, el problema de corrupción es más profundo y para muestra, un botón.

"Imagínense yo recibiendo 500 mil pesos, si se tratara de eso sería inmensamente rico, millonario, tendría bienes en México, en el extranjero, porque lo que yo pidiera me darían", dijo AMLO. En esto coincido con el tabasqueño, pero también le doy la razón a Carlos Loret, quien en su columna de El Universal (el mismo diario que dio a conocer el video), apuntó: "Ni regaño ni reproche ni deslinde ni disculpa. Nada".
Mientras López Obrador siga pensando que sólo su perdón y buenas intenciones bastan, seguirán ocurriendo cosas como las que están ocurriendo. Mientras Morena le siga abriendo la puerta a Priístas y Panistas, sin reservarse el derecho de admisión, casos como el de Eva Cadena podrían seguir siendo aprovechados por la "Mafia del poder" para intentar enlodar "su plumaje".

Pero quien se voló la barda fue Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del PRI, quien, cual Santa Inquisión, con dedo flamigero exigió la renuncia de Obrador y acusó: "Ha quedado comprobado que López Obrador es un corrupto y un hipócrita". Lo que ha quedado probado y comprobado una y mil veces, es que el PRI y los Priístas no tienen madre.

Enrique Ochoa es el ser menos indicado para pedir cuentas, para señalar, para criticar y menos en temas de corrupción, ilícitos y delitos de esta naturaleza. Enrique Ochoa Reza es "un personaje tan impresentable, enriquecido, flotillero de taxis, con liquidaciones millonarias en la CFE, pretenda darse baños de pureza a él y a un sistema tan lleno de corrupción, de manejos criminales del dinero público, pues ahora que estén exigiendo este tipo de cosas", señaló el periodista Julio Hernández, en el programa de Carmen Aristégui.

Para Hernández, las acusaciones del cínico de Reza Ochoa sólo le hacen la campaña y el caldo gordo a López Obrador. 

La realidad es que el PRI es el partido más corrupto de que se tenga memoria, por lo tanto, ni sus indiciados miembros del pasado ni los de ahora, tienen calidad moral ni de ninguna índole para pedirle cuentas a nadie. La historia de este instituto político, por si sola, lo sepulta, aunque cual zombie, haya resucitado para seguir sirviéndose con la cuchara grande. Peña Nieto y sus nuevos saqueadores Prisístas son el símbolo de la corrupción, el delito, el trafico de influencia y la inmoralidad en su mas alto (y bajo) nivel.

No exonero de culpa a Eva Cadena, sin embargo, lejanos están esos 500 mil pesos que, según ella ya devolvió, de los 255 mil millones de pesos "esfumados" por los 22 gobernadores Priístas durante el desgobierno Peñanietista. Esos 500 mil pesos no tienen nada que hacer delante de los bienes y lo robado por Javier Duarte, César Duarte, Moreira, Borge, Yarrington, Granier y la interminable lista, que tendría que ser encabezada por el abusivo mayor: Enrique Peña Nieto.

AMLO la tiene difícil. La "mafia del poder" no se detendrá y hará todo lo habido y por haber para arrebatarle el triunfo, una vez más, como ya ocurrió en el pasado. Jenaro Villamil de PROCESO consideró que el nuevo videoescándalo "no es un golpe mortal para López Obrador", sin embargo, se dijo preocupado de que este tipo de videos vayan a proliferar en estos días, como una manera de decirnos que todos los políticos y partidos son corruptos, con la finalidad de acrecentar el abstencionismo en las elecciones, ese abstencionismo que tanto daño causa a la democracia.

La guerra sucia ya comenzó y el más reciente "videoescándalo", da cuenta de ello.