“Confianza es el sentimiento que se genera cuando se dice la verdad y se cumplen las promesas“
-JOSE MARÍA GASALLA
La pandemia nos está dejando muchas lecciones; en definitiva la humanidad no volverá a ser la misma y existirá un antes y un después a partir de la crisis del COVID-19. Los medios de comunicación no han escapado a esta circunstancia, desde su contenido pasando por la manera de darlo a conocer.
El resultado es que siguen siendo los medios acreditados, al margen de sus tendencias políticas y sociales, los que siguen llevando la delantera en este asunto.
Lo que se ha documentado en tiempos de crisis, sobre todo en esta época de pandemia es el auge que han mostrado y demostrado los llamados “medios convencionales”, donde, para sorpresa de muchos, la radio lleva la delantera en cuanto a credibilidad se refiere, después vendría la televisión y al final las redes sociales y demás.
Para Mario Alberto Pérez, productor, locutor y director a quien consulte para este análisis, el repunte de la radio en estos tiempos de pandemia, se debe a lo bien cubierto que ha tenido el tema, además de que existe una gran oferta informativa en la misma; así también, ha sido la facilidad que representa el medio para que sus locutores hagan sus transmisiones desde casa cuando la contingencia comenzó.
Sin embargo, para el comunicólogo muchos medios se han aprovechado de la crisis para informar de manera “amarillista”; pero, sigue siendo la prensa “clásica” como Proceso o Aristegui, la que ha seguido denunciando y hablando lo que otros callan. Por cierto, la legendaria revista no escapó al señalamiento desde el púlpito de la mañanera; en el caso de Carmen, los “odiadores” de redes sociales la satanizaron por hacer su trabajo de denuncia en torno a Notimex.
El productor considera que la televisión sigue teniendo sesgos informativos como el caso de TV Azteca, que dejó de cuestionar a Hugo López Gatell, a quien las cuentas ya no le salen y donde la famosa curva no termina de aplanarse, “más que vocero de la salud se volvió vocero del gobierno”, puntualizó. Sin embargo “la mayor parte de la prensa ha cubierto de buena manera las conferencias y todo lo que tiene que ver con la pandemia”.
“Lo que no me ha gustado es la forma alarmista y dramática que muchos periodistas y conductores han tenido para dar a conocer la noticia”.
Y es que, a pesar de las insistentes campañas contra el COVID-19, las instituciones que representan a los medios electrónicos, tanto la Asociación de Radiodifusores del Valle de México y la Cámara de la Industria de Radio y Televisión “se han quedado cortas en sus campañas; deberían ser más claros, reiterativos y creativos en sus mensajes”.
En un documento en poder de un servidor, la empresa Investigación de Mercados INRA, reveló que ante la contingencia sanitaria, el confinamiento ha modificado los hábitos de consumo de la población, lo que ha llevado a elevar el rating de la radio desde abril, en las zonas metropolitanas de CDMX, Guadalajara y Monterrey.
En relación con otros medios, INRA considera que la radio no modificó su programación, pero si especializó segmentos en torno a la pandemia; otros medios como la televisión, vieron afectada su programación y contenidos debido a la contingencia y “la producción de los mismos está pausada o disminuida”.
Y es que a pesar de la enorme oferta de contenidos que ofrecen las diversas plataformas, la audiencia demanda contenidos dinámicos y novedosos, lo que ha encontrado en la radio.
“La tendencia de rating creció durante la tercera semana de marzo, en paralelo a las medidas de aislamiento y demanda de información”, señaló la empresa que desde 1946 realiza investigación de mercado en México.
Ahora bien otro fenómeno curioso fue que, cuando prohibieron la circulación de vehículos, la audiencia de noticiarios disminuyó y aumentó en los programas musicales y de entretenimiento; a la par, la sintonía de la radio alcanzó más de un 80% en casa y hasta 60% mediante un radio/stereo.
Todo esto nos lleva a pensar que “influencers” y “youtubers” junto con sus respectivas plataformas, siguen teniendo como público mayoritario a los jóvenes, pero cuando se requiere información “seria”, aquellos quedan rezagados o de plano, descartados.
Quienes pensaron hace años que con la llegada de la televisión y ahora con internet, iba a desaparecer la radio, quedó demostrado que cuando la población necesita informarse de manera puntual, objetiva, confiable y creíble, la radio sigue siendo la mejor opción. Ni más ni menos.
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