Es viernes, el frío cala y la soledad aún más... Vengo de grabar Visión Xtrema, el programa que resultó del sueño que me trajo a esta gélida Cd. de México y lo de gélida no es por la temperatura de esta noche... Por la concreción de mi sueño me alejé de ellos y es que aún recuerdo a Marthita, mi sobrina la mayor, quien se abrazo de mis piernas hace casi 14 años, era muy pequeña pero mi partida le destrozaba el corazón y a mi más, porque a partir de entonces ya no la vería crecer, ni a sus hermanas... Aún tengo en la mente a mi madre, llorando detrás de un muro en el Aeropuerto, viendo partir al más pequeño de sus hijos, aquél a quien le ha dado la vida más de una vez...
Posteriormente, en una misiva, Mamilu me confesaría lo que sintió aquella tarde de febrero y es que a penas aprendía a ser madre y a comprender a su hijo, el benjamín, cuando a este, ya el destino lo arrancaba de sus brazos... ¿Por qué lo hice? porque Tabasco ya me quedaba chico y no es menosprecio, pero por salud mental y emocional, tenía que cumplir con la historia de la mayoría de los seres humano... Dejar el nido para volar por cuenta propia...
Han pasado casi 14 años de aquel día y hoy, ya más maduro, más hombre, más persona, he vuelto a la tierra que me vió nacer, he regresado al nido a pasar las fiestas navideñas como cada año, sin embargo, hoy el sentimiento es difernte, la sensación es distinta y aún no sé qué sucedió con exactitud... Sólo sé que algo no fue igual que antes y es que el 98% del tiempo estuve ahí, con ellos, pasando el tiempo, tragando, porque en Villahermos no se come, se traga y recuperando un poco de esos 14 años que el tiempo nos quitó...
Tengo que reconocer que a la sangre de mi sangre la percibí en mayor profundidad, con mayor detalle, con más sentimiento... Esa charla con Giselle en el starbucks, donde me habló de Alejandro, su novio, donde me confió secretos y cosas que para sus inocentes 15 años son importantes, fue muy emocionante para mi... Ver que la niña se hace mujer no es fácil, descubrir que ya va teniendo una vida propia, en el fondo me hizo sentir, no viejo (¿O sí?), pero si caí en cuenta que el tiempo pasa y más rápido de lo uno pudiera suponer...
Despertar oyendo a la pequeña Camila fue una delicia a lo largo de estos 15 días, oírla pronunciar con enorme facilidad mi nombre y el de todos y cada uno de los miembros de la familia fue una experiencia... Sabe que pinto y me reconoce en la televisión, además de que casi me aprendí las canciones de Hi5, miki Mau y de Barney (risas), que locura de la vida, darnos tanto en un ser tan pequeño, brindarnos una felicidad de esa magnitud de forma gratuita, es en verdad para nuestra historia... Camila me hacer recordar que los milagros existen...
Pero las platicas con Marthita, la intelectual de la medicina fue otro boleto, porque aprendo, porque me enseña, porque la admiro y porque me siento tan orgulloso de ella... Tan flaca, tan linda, tan inteligente, tan, tan... Tan mujer, tan segura de si y apenas pasa de los 20, coño, si estoy viejo... Pero tampoco puedo dejr de lado a Karen, con sus berrinches, con sus chistes, con sus leperadas y con esa sonrisa que ilumina todo y a todos, con esa carita de ángel y un carácter tan parecido al mío o al de la mamá, da igual, tiene su carácter, ese es el punto (risas)...
Jessica es puro amor, aunque también se enoja, con ella me encanta estar porque me hace sentir tan importante y su cariño es tan grande, que no se puede ocultar... Ella es una versión post moderna de mi hermana Lulú... Lulú, la gorda es una de las mejores personas que conozco, tan relajada, tan práctica, para ella la vida es menos complicada que para muchos, con ella viví una infancia feliz, con ella padecí menos soledad y con ella he vivido varios de los mejores momentos de mi existencia y ojalá algún día pudiera tener la mitad de su bondadosa forma de ser... Mi cuñado Carlos, cuando no está viendo su granja, está pidiendo comida hecha o si no, está pidiendo que le preparen algo o si no, ha salido a la calle por la comida... A mi cuñado lo conozco desde hace más de 20 años y para mi es el hermano que quizá la vida me negó... Carajo, estamos viejos...
Martha Laura, mi hermana mayor, me hizo descubrir el arte, por ella y con ella supe que la danza existía, por ella y con ella he vivido varios de los peores, pero también de los mejores momentos de mi vida... Martha Laura siempre ha sido uno de mis grandes ejemplos a seguir... La amo y por ella daría la vida y Luis, a pesar de ser tan terco y de no querer perder en el maratón, mi cuñado es buena gente y lo mejor es que ama a mi hermana... Son como muéganos, pero con la perspectiva de ese amor que pretende ser eterno... ¡Ha! y si no están en casa, andan dando seguimiento o viéndo los puntos de su negocio (risas)...
Mi madre merece capítulo aparte, pero debo reconocer que me ha dado la vida más de una vez, porque me cuidó cuando mi abuelo dijo: "Es hombre pero se va a morí" (risas)... Mi madre es noble, pero también tiene su carácter y si no pregúntenle a su hermana Lety (Más risas)... Lo cierto es que de mi madre aprendí sobre la vida, sobre la dignidad, sobre el profesionalismo, sobre la decencia, sobre la ética y todos los valores habidos y pòr haber... Sin ella no entendería mi vida, sin ella yo no sería nada ni nadie... Porque ahora que la volví a ver llorar ante mi undécima partida, me hizo volver a aquel momento en el Aeropuerto, cuando yo me iba de su lado para volver de vez en cuando y ahora es cuando más valoro su amor, del cual no se si sea digno...
Realmente no hice nada en vacaciones, solo comer, chater, ver tele y dormir, dormir y dormir, pero debo reconocer que aprendí que no hacer nada es maavilloso, siempre y cuendo estén junto a mi, mis sobrinas peleando, platicando, molestando y pidiendo dinero... Hechar la güeva es increíble, siempre y cuando esté Camila destruyendo la casa y convirtiéndose en "ludópata" por culpa de "Miki mau" (risas)... No importa no hacer nada si estoy durmiendo y al despertar sé que estará ahí mi madre o mis hermanas o mis cuñados... Nada importa más que mi gente, nada vale más que mi familia, nada soy, sin ellos y por eso y mucho más, hoy lo extraño más que nunca...
Ya soy un adulto y no sé si he hecho lo suficiente, no se si ha valido la pena el tiempo y la distancia, quiero que se sientan orgullosos de mi, porque debe y tiene que valer la pena la lejanía... Tiene que merecer la pena el sacrificio de seguir mi destino y mis sueños y entiendo que el precio es alto, pero Dios sabe cuanto los amo y que por seguir mi sendero y mi ley de vida, por supuesto que ha valido la pena, siempre y cuando estén ahí... Siendo una familia disfuncional, chistosa, pintoresca, maravillosa, única, porque es mi familia y como ella, no hay dos...
pd Pareciera que no, pero si tengo papá, sólo que esa, es otra historia...
