Ni un voto más al PRI.

Tendremos el destino que nos hayamos merecido

-Albert Einstein-

Me llamó poderosamente la atención el video que profusamente circula por redes sociales, con la participación de destacadas personalidades como Denise Dresser, Enrique Galván Ochoa, Ernesto Villanueva, Javier Sicilia y Sergio Aguayo, entre otros, donde llaman a la población del Estado de México a no votar por el PRI. Todos con reconocido activismo, integridad y liderazgo. Todos a nombre de ONEA (Organización Nacional Anticorrupción).

Me uno a ese coro y deseo de todo corazón, con toda el alma y con todo mi ser, que este sea el principio del fin del PRI en el Estado de México y en todo el país.

Pero si este material cautivó mi atención, lo que vi y escuché la otra noche en el programa de Leo Zuckerman en "Es la Hora de opinar", me dejó con el ojo cuadrado. En dicha emisión, tanto Zuckerman como Javier Tello, Héctor Aguilar Camín y Jorge Castañeda, visualizaron el triunfo de Morena vía Delfina Gómez en las elecciones del domingo 4 de junio. Con esto queda claro, que ni los de casa, ni nadie, ven la remota posibilidad del triunfo del pusilánime candidato del tricolor.


De Dresser, Galván Ochoa, Villanueva, Sicilia y Aguayo no me sorprende que pidan #NiUnVotoMásAlPri, porque todos han estado en contra de dicho partido y de su corrupto sistema en diferentes momentos, pero que los integrantes de un programa de Televisa como "Es la Hora de opinar", digan abiertamente que Morena le va a ganar a Del Mazo, si me impresiona, porque estos analistas no son precisamente de izquierda, aunque si de ideas liberales algunos de ellos. Estemos de acuerdo con ellos o no, ambos grupos son gente que sabe y es importante escucharlos.


Como quiera que sea, todo parece indicar que el próximo domingo será la hora cero y que ni todo el aparato gubernamental, ni las más de 100 giras hechas por el Presidente y sus secretarios al Estado de México, ni todo el despilfarro, la utilización de los programas sociales y la compra de votos y voluntades, además de los ataques a la maestra Delfina, impedirán su triunfo y por consiguiente, la derrota del PRI.


El PRI es el peor partido de todos. 88 años de tener de rodillas a esa bendita tierra, hablan del cacicazgo de un partido corrupto y criminal que se niega a dejar el poder para seguir llenando sus arcas, a pesar del rechazo de las mayorías. Ni todo el dinero ni todo el poder, han convencido al pueblo, un pueblo harto de las mentiras, del robo, del despilfarro, de los feminicidios, de la violencia y de la pobreza, de la miseria en la que ese instituto político ha tenido a su pueblo.


Según datos de la OCDE, dados a conocer por los integrantes de la Organización Nacional Anticorrupción en el video mencionado, esta es la calificación del Estado de México en manos del PRI:

1.1 en acceso a servicios. Reprobado. 
1.5 en educación. Reprobado. 
0.0 en niveles de ingreso. Reprobado. 
0.0 en seguridad. Reprobado.

Además, como si todo esto no fuera digno de escándalo, que por supuesto que lo es, en las últimas tres elecciones hubo 52% de abstencionismo, lo cual le ha hecho el caldo gordo al partido de Peña Nieto.

Siempre lo he dicho y hoy, los hechos me han dado, más que nunca, la razón, lo peor que le pudo pasar a México fue el regreso del PRI al poder. El PRI, ese instituto político que lleva en su ADN el sello de la corrupción, como bien lo señalaría en reiteradas ocasiones, Lorenzo Meyer. Yo agregaría que en las venas le corre sangre podrida por sus crímenes a ultranza, por sus robos a la nación, por el saqueo, por sus malos gobernantes, que para muestra los botones sobran y un último Presidente que no ha dado una y cuyo cargo, le quedó demasiado grande.

La historia del tricolor debería ser suficiente para que nadie, en su sano juicio, volviera a votar por él. La historia del PRI palidece la ficción de House of Cards, la historia del PRI debería bastar para que hubiera desaparecido desde el 2000, sin embargo, Vicente Fox y el PAN, no sólo no desarticularon al impresentable partido, sino que, además, se sirvieron de él.

El PRI nos ha mentido en todo, se lo ha robado todo, porque no tiene llenadera ni saciedad. Las dichosas Reformas Estructurales fueron un fiasco. La pobreza y el desempleo a la alza, lo mismo que la corrupción encabezada por el mismísimo Enrique Peña Nieto desde su famosa Casa Balnca hasta OHL, pasando por Odebrecht y la frívola Gaviota gastando dinero como si fuera suyo..

Basta ver lo que se robaron sus criminales Gobernadores (Los 22 Priístas acusados de desvíos de recursos encabezados por César Duarte), para que nadie, ni por asomo, fuera a votar por ellos, ni ahora, ni en 2018. Los Gobernadores tranzas se llevaron casi 260 mil millones de pesos. Todos Priístas, todos ratas, todos criminales, todos tramposos, todos desgraciados, todos sinvergûenzas.


Sólo el ex Gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, presumió en una noche de copas, una noche loca, poseer 400 pares de zapatos, mil camisas, 400 pantalones y 300 trajes de marca. Todo comprado con el dinero de los tabasqueños. ¡Que poca madre!

Por todo ello y más, mucho más, en el Estado de México y en el país entero, ni un voto más al PRI.