jueves, 30 de julio de 2020

EL AVIÓN DE AMLO.


“Equivocarse es un defecto de todos... Pedir disculpas una virtud de pocos”.
 
-ANÓNIMO 
 
Tenemos que reconocer que López Obrador es un extraordinario estratega, un virtuoso de la comunicación, un animal político que basa su retórica en la enorme experiencia que su trayectoria le ha dado al recorrer tantas veces todo el país y en ese contacto directo con el pueblo, que sus muchos años como opositor, le han brindado. 

La prueba irrefutable de mis palabras la pudimos constatar hace algunos días, en aquella mañanera que llevó a cabo desde el hangar presidencial, donde aguarda el ostentoso avión, ese hangar que nos costó a los mexicanos mil 182 millones de pesos porque elevó su presupuesto 70% debido a retrasos, malos planos y planes. 

La construcción de este lugar corrió desvergonzadamente a cargo de Juan Armando Hinojosa, el mismo que edificó la tristemente célebre Casa Blanca de Peña Nieto, aquella que, junto con los 43 de Ayotzinapa, hundió a unos de los peores sexenios de que se tenga memoria hasta ahora, y es que al respecto, tenemos muchos botones de muestra.

El Primer Mandatario dijo, por enésima ocasión, que el avión presidencial es faraónico y un insulto; y tiene toda la razón, la aeronave es una vergüenza para un país donde 55% de la población tiene pobreza laboral según CONEVAL.

La prensa tuvo, una vez más, la oportunidad de recorrer y conocer por dentro la nave Dreamliner 787 que costó 218.7 millones de dólares. La compra del avión se autorizó a finales del Gobierno del expresidente Felipe Calderón, el recordado “Señor de la guerra” y fue utilizado por Peña en los dos últimos años de su sexenio.

Ante las críticas por la compra del avión, Peña Nieto señaló con la típica retórica de los que mienten:

“Este no es un avión solo del presidente, en un avión del Estado mexicano, es un avión del gobierno, para prestar los servicios que eventualmente se requieren”.

Ahora, los detractores de #AMLO, pero no sólo la casi nula y “moralmente derrotada” oposición, sino también la prensa crítica y los que nos negamos a ser salameros, acusamos que el tema de la lujosa aeronave es un distractor ante los 45 mil mexicanos muertos por #COVID19, la violencia imparable y la crisis económica que dejará detrás la pandemia y que ya se había dejado sentir desde antes de la misma.

Lo cierto es que, toda la parafernalia montada, todo ese asunto de la rifa del avión que no será el avión y la advertencia para que la prensa no cuestionara en esa mañanera, ni hablara de otra cosa que no fuera la aeronave, despierta suspicacias, sospechas y la duda razonable. Esta no sería la primera vez, ni el primer gobierno que usa la famosa “caja china” para desviar la atención sobre la muy difícil situación por la cual estaría atravesando nuestro país, ahí si con todos nosotros a bordo.

Lo más desconcertante de todo esto es que, se nos dijo que las cosas serían distintas, diferentes, de otra manera, de otra forma; y lo son, pero no por ello mejor que en el pasado, no por ello superior a lo que ya habíamos visto en reiteradas ocasiones por el llamado “PRIAN”, los conservadores, los neoliberales, la mafia del poder y el discurso que, a estas alturas, ya todos conocemos de memoria.

La misma mañanera, a pesar de ser un ejercicio inédito de comunicación en el mundo, se ha convertido en un desgastado púlpito inquisidor donde se descalifica, se señala, se acusa, se dan “otros datos” o se omiten. Lord Molécula y otros personajes que se dicen “periodistas”,  no son más que aplaudidores, alcahuetes y paleros del nuevo régimen, aquel que anunció con bombo y platillo, que acabaría con estas practicas y mil cosas más.

AMLO, en su extraordinaria manera de comunicarse con el pueblo  “sabio y bueno“, con aquellos que son sus incondicionales y para quienes gobierna y reparte dádivas, utiliza metáforas, chistes, símbolos y una retórica que los convence, que les da esperanza, que los hace creer en esos otros datos que, la mayoría de las veces, no corresponden con la realidad. Alguna vez, Roy Campos me diría en entrevista que las expectativas y esperanzas, son más altas que la triste realidad que estamos viviendo y que nos ofrece la autonombrada “Cuarta Transformación”. 

Es decir, a pesar de que el cadáver se empieza a descomponer, ese segmento de mexicanos no se percata o no se quiere dar cuenta o tiene la ilusión de que, cual Lázaro, el muerto resucitará.

Por lo tanto, “el avión de AMLO” y lo que vimos hace unos días, corresponde a esta realidad alterna, a esa maquinaria gubernamental que se niega a reconocer errores, desaciertos y desatinos que están a la vista de los que los quieren ver, haciendo tambalear a un gobierno que llegó al poder con todas las de la ley, a un Presidente todavía muy popular y poderoso que, como sus antecesores, es incapaz de oír voces distintas, distantes, diferentes, de esas que disienten y discrepan, de esas que no responden al más puro estilo Priísta “las que usted quiera, Sr. Presidente”, a la pregunta de: ¿Qué horas son?


PRÓXIMAMENTE EN TV:


No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA DERROTA: EL FIN DE LA ERA “TRUMP”.

“A cada cual lo que se merece”. -Ulpiano No puedo ocultar, como muchos, mi alegría por el triunfo de Joe Biden como Presidente virtual de lo...