“No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente”.
-Virginia Woolf.
Se viven tiempos nuevos, distintos y distantes a los anteriores y ello no significa que sean mejores, sin embargo, tenemos que aceptar que no son iguales en muchos sentidos por el estilo y la forma de ser del Presidente actual. La singular manera de gobernar de López Obrador es opuesta en mucho a lo que se estilaba en el período Neoliberal que tanto ataca y al que acusa de todos los males de México; la relación entre este y la prensa no volverá a ser la misma, mientras la 4T reine en Palacio.
Tuve la fortuna de hacer uno de los mejores programas de mi vida, vía “El Dedo en la Llaga”, la emisión que nació fruto de la soledad, el encierro y el miedo en pandemia. En el más reciente capítulo conté con la participación de tres de los periodistas más destacados de prensa y medios electrónicos qué hay en México: Álvaro Cueva, Jenaro Villamil y Luis Cárdenas. Hablamos de la libertad de expresión en tiempos de López Obrador.
Para Villamil, los nuevos tiempos que estamos viviendo son muy claros, donde las cantidades estratosféricas que el gobierno en turno destinaba a los medios, ya no son tal, por tal motivo el negociazo para los dueños de estas empresas, se terminó. El periodista insistió en que no tendríamos que tomar tan a pecho la manera de hablar del Presidente, dado que su origen tabasqueño lo lleva a un lenguaje tropical y folclórico.
Álvaro Cueva coincidió en el hecho de que en tiempos de la 4T, había mayor apertura que en el pasado y que la gran diferencia era la forma frontal que tiene López Obrador al contradecir a la prensa y no como era antes, donde las llamadas y los acuerdos en lo “oscurito”, llevaban a la censura a la prensa.
Luis Cárdenas, por su parte, apuntó que la libertad de expresión no había nacido con la 4T, ni con AMLO y consideró que no todo en el pasado fue malo, porque en esa etapa fue donde se dio a conocer la Estafa Maestra, la Casa Blanca y muchas denuncias más. Lo que más lamentó el conductor de Noticias MVS fue la profunda polarización entre uno y otro bandos, donde ya nadie se escucha, ni mucho menos se llega a un acuerdo, ni diálogo.
Fue un programa muy interesante, divertido, con mucho contenido, donde imperó la libertad de expresión, las ideas, los conceptos, las posturas. Te dejo la liga para que lo veas y si te gusta, te suscribas y me ayudes a compartirlo..., de verdad, vale mucho la pena.
En 31 años que llevo de ejercer el periodismo, me he enfrentado a todo y no he estado exento de censura, sin embargo, decir que “peligra” la libertad de expresión en estos tiempos es un exceso; sin embargo, cierto es que un Presidente poderoso como Obrador, no abona cuando, con su dedo flamígero y desde el púlpito de la mañanera, acusa, señala, sataniza y critica a la prensa que lo critica; mucho menos cuando hablamos de un país como México, donde ejercer el periodismo, es tan peligroso como en Siria o Irak.
Y ahí si, tiene razón Luis Cárdenas, cuando menciona que la polarización ha llevado a países como Brasil a ya no escucharse ni a entenderse entre los bandos y partes, donde quienes simpatizan con uno odian a los que no y viceversa.
AMLO no comenzó con la polarización, como me diría Roy Campos en otra emisión, esta empezó en 2006 cuando a Obrador lo tacharon de “peligro para México”. En efecto, no fue el actual mandatario el responsable del encono, pero en sus manos estaría terminar con tanto odio y rencor poniendo el ejemplo desde su lugar privilegiado en Palacio Nacional. Bueno sería para la sociedad y sobre todo para la prensa que el Presidente “aguantara vara” y dejara de echarle tantas “maldiciones” a la prensa crítica.
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