ELECCIONES 2018: Entre la fe y la esperanza.

La esperanza es lo único más fuerte que el miedo.

En pocos días México vivirá un momento histórico, único, donde millones tendremos la esperanza de que las cosas cambien, se transformen, transmuten, se modifiquen. Creo que es un tiempo de profunda relevancia y no podemos dejar de participar. Nadie, ningún mexicano puede dejar de votar y en libertad. Nadie sin excepción.

Yo, igual que muchos de ustedes, pertenezco al México triste, al de las crisis recurrentes, las masacres, la censura, la simulación, la hipocresía y la doble moral. Pero también a ese México bueno, maravilloso, de gente trabajadora, íntegra, extraordinaria. Sólo así, se entiende la resistencia de esta tierra, sólo en su pueblo encuentro la explicación a su valor y grandeza.

En verdad me lastima México, me duele la corrupción, el desempleo, el salario mínimo, la violencia, la inseguridad, la mala educación, los más de 50 millones de pobres que según el CONEVAL, cohabitan en este país, donde la desigualdad es el común denominador.

Me lastima y avergüenza Ayotzinapa, Tlatlaya, Tanhuato, la Casa Blanca, Odebrech, OHL, la Estafa Maestra, los gasolinazos, los moches, las naves industriales, el lavado de dinero y la lista es interminable

Mexicanos sin prestaciones, sin seguridad social, sin bonos, sin protección, sin nada de nada. En contrasentido un gobierno y una clase política, que de clase no tiene nada, que gasta a manos llenas como si de dinero suyo se tratara. 

¿Cómo pueden estos gobiernos corruptos dormir ante un pueblo que llora, que ríe poco, que disfruta menos, que adolece de lo elemental? ¿Cómo pueden tener la conciencia tranquila los que hoy detentan el poder, esos que ganan tan bien y que hacen tan poco?.

Quiero otro México, deseo de corazón otro país. Sueño con menos corrupción, desigualdad, hipocresía, clasismo, xenofobia, racismo, homofobia, machismo, demagogia, narcotráfico, violencia, violaciones a los derechos humanos, feminicidios y desapariciones forzadas.

Ya basta de los Peña Nieto, de los Videgaray, las Gaviotas, los Fox, los Sahagún, los Yarrington, Duarte, Calderón, Moreira, Montiel, Granier, Padrés, Borge, Caldera, Torres Cantú, Medina de la Cruz, Romero Deschamp, Fernández de Cevallos y Salinas, por citar sólo algunos. Ya basta de tanto inmoral, de esos que ostentan poder, dinero, mañas, crímenes. 

Yo no se tú, pero yo ya me cansé, no podemos, ni deberíamos conformarnos ni mucho menos quedarnos cruzados de brazos, el pueblo mexicano debe decir basta y acudir a las urnas a rechazar a los verdugos, a los canallas, a los enemigos de México y los mexicanos.

Quiero y deseo un México mejor, un México de esperanza, un México grande, un México distinto ¿tú no?.