viernes, 27 de octubre de 2017

La verdad tras la salida de Azcárraga.


Tendremos el destino que nos hayamos merecido

-Albert Einstein-











Emilio Azcárraga deja de ser Director General de Televisa, en medio de la polémica porque la empresa que encabezaba desde hace 20 años, no logra recuperarse del descrédito ante el apoyo a la candidatura de Enrique Peña Nieto y su posterior derrumbe. Y es que con el desplome del mandatario, la empresa que lo encumbró también colapsó.

En medio de la peor crisis financiera, de rating y credibilidad que enfrenta la otrora poderosa empresa de medios audiovisuales, Azcárraga Jean cede la batuta a Alfonso de Angoitia y Bernanrdo Gómez. "Emilito" se quedará como presidente del Consejo de Administración de la empresa, en Fundación Televisa y al frente del América.

Pero no sólo la debacle de EPN puso en jaque a Televisa, también la televisión vía streaming como Netflix, los canales de paga, las redes sociales y el internet en general, pulverizaron el liderazgo que durante muchos años tuvo la empresa televisiva y que la llevaron a ser considerada la más importante de Latinoamérica, sólo por debajo de TV Globo de Brasil.


Internet vino a cambiar la vida y el destino de la Humanidad y empresas controvertidas como Televisa, cuya expansión se dio cuando no había competencia, ni alternancia, ni democracia, ni internet, vieron su monopolio y grandeza desmoronarse ante la gran cantidad de opciones que tenemos todos y en todo momento. Internet no sólo cambió la manera de hacer televisión, sino también la forma de ver y hacer entretenimiento. 

Televisa lo ha intentado con todo y para muestra está Blim, pero entre este sistema y Netflix, la diferencia es como el día y la noche. Televisa no entendió o no ha entendido, que cada plataforma es distinta y que, como dice Álvaro Cueva, no es lo mismo lo que se puede transmitir en Las Estrellas que en una plataforma de esta naturaleza. Pero como se trataba de hacer negocio con todo y a costa de todo, el fracaso no se ha hecho esperar.

Ante los fallidos intentos de recuperar audiencias, que según expertos ha descendido casi 20%, Televisa ha hecho infructuosos intentos en sus pantallas, lo mismo que acciones radicales para salir de la crisis económica, donde gran cantidad de anunciantes optó por internet y otras plataformas. En 2015, la caída de anunciantes llegó a 11% en Televisa y hasta en 17% en TV Azteca, según la revista Expansión. 


En 2017 las ventas por publicidad descendieron más de 8%. Con todo ello, queda demostrado que la era dorada de la televisión terminó y que el apagón analógico, ensombreció a la pantalla chica y al monopolio que alguna vez representó Televisa.

Entre todos estos intentos por volver a ser la Televisa todopoderosa de antaño, el consorcio cambió el nombre de su canal principal por el simple apelativo de "Las estrellas", tropicalizó sin éxito contenidos tan afamados como "Gran Hotel", recortó la duración de sus telenovelas y las llamó engañosamente "teleseries" o "series", quitó exclusividades a sus actores favoritos, despidió 20% de sus empleados y cedió puestos clave a directivos de Univisión, empresa con la cual tiene importante sociedad.

En el rubro de las noticias, Televisa quiso curarse en salud y "transformó" sus espacios. En primer termino despidió al decano periodista titular del noticiario nocturno del canal 2, Joaquín López Dóriga, debido a su resquebrajado prestigio y sobre todo, por los problemas contraídos con María Asunción Aramburuzabala. En su lugar entró al quite Denise Maerker, para convertirse en la primera mujer en liderar ese espacio en toda su historia de clarobscuros.

Pero recordemos que a lo largo del tiempo, Televisa ha acumulado repudio de diversos sectores de la sociedad, el más reciente fue el movimiento #YoSoy132, con motivo de la imposición del "telecandidato" Peña Nieto.

Nada funcionó frente al descrédito. La televisora siguió tratándolo todo, incluso tuvo que deshacerse de nombres tan grandes como el de Brozo y Adela Micha, después de los primeros intentos transformadores. Ha sido el espacio de Carlos Loret por las mañanas, el que más ha funcionado en la avalancha de acciones y lucha por seguir siendo una empresa rentable. Y es que la televisión sigue siendo negocio, sólo que ahora, el pastel hay que dividirlo entre muchos más. 

La avalancha de denostaciones y repudio alcanzó hasta el Teletón, donde cada vez resulta más difícil juntar el dinero para sostener a las decenas de CRITS que hay en todo el país.

Televisa dejó de ser un "soldado del PRI", para convertirse en vocero del PAN y de cualquier partido en el poder que pueda pagar lo que Peña Nieto, para lograr el propósito de llegar a Los Pinos, a cualquier gobierno e incluso curul. Televisa siempre se ha vendido al mejor postor y ello, ha sido parte del profundo descrédito que aún en la tragedia, ha quedado patente y latente como lo vimos con el caso Frida Sofía durante los recientes sismos. Esta empresa destruye o construye a modo, desacredita y acredita a conveniencia.

La televisión para "jodidos" que tanto defendió "El Tigre" y que tanto daño le ha hecho a México, continuó con sus variantes bajo el mando de Azcárraga Jean, pero hoy, está pasando por la peor crisis desde su fundación en 1972 y como resultado de todo ello, es que se da el cambio de estafeta, la dimisión de "Emilito". Ni más ni menos.

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